Existen implicaciones significativas de corto, mediano y largo plazo de la alianza estratégica entre Televisa y Telemundo anunciada la semana pasada. Telemundo creada en 1954 en Puerto Rico, es hoy la red de televisión estadounidense con cobertura en el 93% de los hogares de hispanos en EUA. Telemundo es subsidiaria de NBC propiedad en un 80% de General Electric y su acuerdo con Televisa establece que: (1) el canal 9 de Televisa de televisión abierta incluirá 1000 horas de programación de Telemundo al año, (2) Televisa creará un nuevo canal de televisión de paga para distribuir contenido de Telemundo a través de Sky y Cablevisión, y (3) esperan negociar contratos para distribuir contenido a través de plataformas emergentes como el Internet y teléfonos móviles.
Corto Plazo. (1) Recordará que hace más de un año Telemundo declaró que buscaría convertirse en la tercera cadena de televisión en la República Mexicana, en unión con Grupo Xtra de Isaac Saba. Ello bastó para que se desencadenara una guerra mediática. ¿Realmente tenía Telemundo la intención de invertir en una tercera cadena o fue una estrategia de negociación? Lo cierto es que el único grupo que ha presentado formalmente su intención de ser una tercera cadena, ahora -tras fumar la pipa de la paz con Televisa con esta alianza-, parece imposible que retome su pretensión en los próximos 10 años que es el plazo inicial de la alianza. Claro, se cierra una puerta, pero se abre una ventana de oportunidad para que el Estado mexicano se aboque a formar una tercera cadena que sea un verdadero medio público como lo es la BBC de Reino Unido.
Mediano Plazo. La alianza estratégica concentra aún más la oferta de contenidos, por lo que se dificultará a los competidores de Televisa el acceso a aquéllos. Aún no se hacen públicos los detalles de la alianza estratégica que más parece un acuerdo de distribución de programación. ¿Habrá otorgado Telemundo exclusividad a Televisa para su programación o podrá Telemundo ofrecerla a otras empresas mexicanas? Sabemos que Telmex tiene la mayor red de telecomunicaciones con acceso a los usuarios finales, pero que aún no recibe la autorización para prestar televisión. Telmex aún no es un productor de contenidos y para dar televisión necesita de esa materia prima. Por lo que esta alianza afecta o, al menos, encarece a Telmex su posición de negociación frente a Televisa para obtener programación.
Largo Plazo. Los efectos más graves de las concentraciones suelen ser los de largo plazo. Por eso la ley sujeta a autorización de la Comisión Federal de Competencia (CFC) las concentraciones superiores a determinado monto. La alianza estratégica Televisa/Telemundo, ¿es un acto que conforme al artículo 16 de la Ley Federal de Competencia Económica deba notificarse previamente? Porque esta disposición es amplia y establece como concentración “cualquier acto por virtud del cual se concentren … activos en general que se realice entre competidores, proveedores, clientes o cualesquiera otros agentes económicos”. ¿No son los contratos de distribución de programación activos valiosísimos de las empresas?
La televisión abierta está altamente concentrada en dos grupos corporativos, mientras que el mercado de televisión por cable había estado históricamente segmentado por regiones con coberturas en ciudades y áreas metropolitanas lo que generó monopolios locales. La CFC condicionó a Televisa la adquisición de Televisión Internacional (TVI) de Monterrey y de Cablemas, ambas empresas de televisión por cable. Precisamente el 30 de marzo próximo, Televisa debe acreditar ante la CFC haber cumplido con las condiciones impuestas. Si Televisa que tiene la más alta audiencia de televisión abierta (69% de la audiencia en horario prime, IBOPE) concentra el mercado, los riesgos para la competencia son elevadísimos. La gran pregunta es ¿actuará la CFC respecto a esta alianza estratégica o será simplemente un ingrediente a considerar para futuras adquisiciones de Televisa?
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