martes, 18 de septiembre de 2012

¡Qué muera Televisa y TV Azteca! (Primera y segunda parte)


[Primera parte]

La búsqueda de villanos favoritos en México ya es tradición, tal como lo ilustró Elena Garro con Julia en “Recuerdos del Porvenir”. Televisa y TV Azteca parecen los enemigos públicos de la existencia de la pluralidad. Los mexicanos alzamos la voz contra Televisa y TV Azteca, el movimiento #YoSoy132 se manifiesta frente a sus corporativos, pero eso sí, a la hora de las telenovelas o los noticieros de esas empresas, ¿quién enciende la televisión? Independientemente de mi opinión sobre Televisa y TV Azteca, lamento decir que no tienen ellas la culpa de la ausencia de diversidad y pluralidad en México, ¿o qué ya son ellas el gobierno mexicano?

La diversidad y la pluralidad no se alcanzan desapareciendo del mapa a Televisa y TV Azteca, sino creando las condiciones y proveyendo las frecuencias para que existan nuevos concesionarios y permisionarios de televisión abierta. La luz al final del túnel parece empezar a verse (¡ojalá no se apague!) con el proyecto de bases de licitación de Cofetel para 2 canales nuevos de televisión abierta en 153 localidades que cubrirían al menos el 93% de la población mexicana. No existe precedente en México de cómo hacer estas licitaciones, los estándares de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a que el criterio económico no puede ser el factor de decisión deben observarse, ¿cuál debe ser el mecanismo para seleccionar a los ganadores? Se discute actualmente en la Comisión Federal de Telecomunicaciones una propuesta del comisionado Gonzalo Martínez Pous que merece reflexión, lo cual haremos en ésta y la próxima colaboración.

Cobertura geográfica. ¿Debe licitarse por “cadenas nacionales” o deben ser estaciones locales o regionales? Si sólo pensamos en “atacar” a Televisa/TV Azteca, lo obvio sería decir que sea una “cadena nacional” para que puedan ser del mismo tamaño. Sin embargo, el número de interesados sería muy limitado por la inversión que se tendrá que realizar. Se tendría que desplegar en breve una nueva red de TV digital, a pesar de que la audiencia de la nueva televisora sería incierta porque la mayoría de los mexicanos carecemos de un televisor capaz de recibir las señales digitales y los posibles anunciantes en el nuevo canal “nacional” exigirán cierta masa crítica en cuanto a audiencia de sus mercados objetivos para pagar por publicidad. Los que podrían defender una licitación de “cadena nacional” serían los de la Comisión Federal de Competencia para tratar de preservar el compromiso de Televisa/TV Azteca de no obstaculizar una licitación de “cadena nacional”, porque la obligación de éstas nunca sería exigible si Cofetel licita por localidad o región.

Una ventaja de licitar por localidad y que es consistente con la experiencia internacional, es que la radio y la televisión abierta deben estar más vinculadas a las realidades e intereses de la localidad y no sólo difundir los eventos nacionales y de la capital de un país. Otra ventaja es que la inversión en una red local es mucho menor, por lo que podría haber más interesados en participar y sería un incentivo para que grupos de la localidad o región puedan obtener un canal de televisión local/regional.

La propuesta de Martínez Pous es un híbrido creativo entre una licitación de “cadena nacional” y de canales locales. De aceptarse la propuesta de este comisionado, la licitación sería de canales locales, pero con posibilidad de que los inversionistas puedan expresar su interés de adquirir más de una localidad o la totalidad de localidades incluso. Los criterios de selección del ganador (de los cuales platicaremos en la próxima colaboración), asignarían un puntaje a cada uno de los elementos de evaluación, siendo éstos en un 80% criterios no económicos y los cuales incluirán puntaje para aquellos que incluyan en su programación producción independiente local que es muy positivo. Al finalizar el conteo, se adjudicarán las concesiones a aquellos grupos de inversionistas que hayan tenido el puntaje más alto en cada localidad o que la suma de los puntos de los grupos de localidades sea mayor a si el gobierno adjudicara por separado cada localidad. ¿Es posible que haya localidades que a nadie interesen? Sí, pero diseñar una licitación perfecta que además genere los ingresos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público pudiera desear o que deje contentos a todos los legisladores de la Cámara de Diputados y del Senado, sería postergar al infinito esta posibilidad de pluralidad.


[Segunda parte]


La responsabilidad de la Cofetel, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Comisión Federal de Competencia sobre el futuro de la pluralidad en México, se pondrán a prueba en la licitación de nuevas estaciones de TV abierta que se supone iniciará próximamente. En la colaboración pasada adelantábamos los detalles de la propuesta del comisionado Gonzalo Martínez Pous en cuanto a la posibilidad de que el área de cobertura de esas nuevas estaciones sean locales, regionales o incluso a nivel nacional, veremos qué opina la Cofeco al respecto.

El sistema denominado combinatorio en esencia establece diversos criterios y a cada uno de éstos la Cofetel asignaría un valor o puntos de la calificación máxima posible. Los criterios se estima que sean un 20% los económicos (contraprestación) y un 80% los no económicos, de tal suerte que no por pagar mucho, se convierte un grupo en ganador, lo cual atiende a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Ac. Inconst. 26/2006). Si la ilusión es que las licitaciones púbicas eliminaban la discrecionalidad en el otorgamiento de concesiones, olvídese. El ejercicio de la función pública en temas complejos como éstos, exigen que el Pleno de la Cofetel decida discrecionalmente en la ponderación que da a cada criterio. Para que la discrecionalidad no se convierta en arbitrariedad, Cofetel debe fundar y motivar sus decisiones y lo debe hacer de manera transparente. De lo contrario, la sombra de la duda será lo que marcaría estas licitaciones.

La definición de la contraprestación mínima es esencial y depende de la SHCP. ¿Buscará que estas licitaciones generen ingresos extraordinarios al Erario federal o su finalidad será que haya cobertura social de la televisión digital? Si busca lo primero, recordémosle el caso Satmex en el cual aparentemente se recibía una contraprestación elevada por la privatización y que después fue tener en agonía permanente por más de una década a la empresa con más posiciones satelitales mexicanas. Si el precio mínimo de referencia olvida que se tienen que desplegar redes nuevas, puede hacer inviable el futuro de la pluralidad televisiva en México y las culpables no son, ni serán Televisa, ni TV Azteca. Opciones para remediar este punto son varias. Por ejemplo, que no se pague la contraprestación de golpe, que se difiera a lo largo de la vida de la concesión y que en los primeros años no se hagan aportes, lo anterior con la finalidad de que al principio los recursos se inviertan en desplegar red, obtener audiencia y publicidad. El crédito al nuevo entrante beneficiaría a aquellos que no están actualmente en el sector de la radiodifusión y es una especie de “descuento” de la contraprestación final que debe invertirse en la red.

Si efectivamente como se está proponiendo la licitación otorga puntos significativos a aquellos participantes que ofrezcan incluir producción independiente local en su programación, será en extremo positivo para fomentar la creatividad de talentos locales que de otra manera quedarían en el anonimato, contribuirían al ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad, entre muchos beneficios. Eso sí, la definición de qué se debe entender por producción independiente local, será fundamental.

¿Pueden o no participar Televisa y TV Azteca? ¿Habrá un límite a la acumulación de concesiones? Los puntos más delicados de la Licitación 21 y el por qué sólo participó Nextel-Televisa, fue precisamente por esto, que después de muchos meses llevó a miembros de la Cámara de Diputados y del Senado a cuestionar y demandar la anulación de la licitación. ¿Qué dirá Cofeco esta vez?

El Consejo Consultivo de Cofetel ha recomendado a ésta realizar una consulta pública del proyecto de bases de licitación para que “los interesados puedan aportar información y argumentos para que el regulador pueda evaluar la pertinencia de incorporar o no las sugerencias de los interesados. El regulador para ello responde al público informando la justificación de por qué adopta o no dichas sugerencias”. El éxito de esta licitación no es menor, si se adjudican mal las concesiones, puede no llegar a existir la diversidad que requiere un régimen democrático, puede ser que recibamos los mexicanos más programación pero de lo mismo que hoy hay, y ni cómo culpar a Televisa y TV Azteca.

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