El acceso a
las nuevas tecnologías, especialmente el Internet, como instrumento para el
ejercicio pleno de los derechos fundamentales, como la libertad de expresión y
el derecho a la información, debe comprender:
1. Acceso
a equipos y redes, para el uso de las nuevas tecnologías.
2. La
educación en el uso de las nuevas tecnologías.
3. La
promoción del desarrollo de habilidades informativas para la mayor cantidad
posible de usuarios.
4. La
promoción de la creación de contenidos pertinentes a la población en general.”
Compromiso con la Libertad de Expresión 2009
NUEVAS
TECNOLOGÍAS Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Clara
Luz Álvarez*
[Artículo publicado en el libro titulado “Compromiso con la libertad de expresión – Análisis y alcances” coordinado por Miguel Julio Rodríguez Villafañe y Ernesto Villanueva, editado por la Fundación para la Libertad de Expresión y la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información y de la Comunicación]
No existe ni una
libertad perdida para siempre ni una libertad conquistada para siempre: la
historia es un entramado dramático de libertad y opresión, de nuevas libertades
a las que contestan nuevas opresiones, de viejas opresiones abatidas, de nuevas
libertades reencontradas, de nuevas opresiones impuestas y de viejas libertades
perdidas (…) la libertad es antigua pero sus problemas son siempre nuevos,
renovándose continuamente como respuesta a las siempre nuevas formas de
opresión que aparecen en el horizonte de la historia (…) Cada vez que ciertas
demandas de libertad se satisfacen, surgen otras nuevas, puesto que el hombre
plantea el problema de su propia liberación en niveles cada vez más profundos.[1]
Norberto Bobbio
I.
Libertad de expresión y acceso a Internet
En el pasado, la imprenta de
Gutenberg impulsó la difusión de documentos contribuyendo al proceso político[2]
y, al mismo tiempo, surgirían formas de restringir la libertad de expresión y
la divulgación de textos impresos por la imprenta. En el mundo actual, el
acceso a Internet es indispensable para el pleno ejercicio y goce de derechos
fundamentales. Por tanto, se debe garantizar el acceso a Internet como un medio
para que la libertad de expresión y el derecho a la información en el nuevo
contexto –el de la Sociedad de la Información-, se realice y ejerza plenamente.
El acceso a Internet –como se describe en el apartado III de este artículo-,
demanda de (1) el acceso físico y tecnológico que comprende el tener un equipo
(p. ej., computadora) y el acceder a las redes de telecomunicaciones (p. ej., a
través de la línea telefónica), (2) la alfabetización digital que habilite a
las personas a utilizar el Internet, y (3) la disponibilidad de contenido
relevante a la población de que se trate.
La divulgación libre de
opiniones e ideas es parte de la libertad de expresión, por lo que una
restricción a la divulgación o difusión de opiniones e ideas quebrantaría este
derecho fundamental. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha resuelto
que “La expresión y la difusión de pensamientos e ideas son indivisibles. Una
restricción de las posibilidades de divulgación representa directamente, y en
la misma medida, un límite al derecho de expresarse libremente”[3].
En consecuencia, cuando un
Estado restringe el acceso a Internet o limita las posibilidades para buscar o
difundir información en Internet, está violentando la libertad de expresión y
el derecho a la información. El advenimiento del Internet ha hecho surgir
nuevas opresiones a la libertad de expresión y al derecho a la información. Ejemplo
de ello son las diversas medidas del gobierno de la República de Cuba como cuando
prohibía la adquisición de computadoras, o al limitar el uso de celulares, o tener
que registrarse y acreditar con el carné de identidad antes de usar el Internet
en un cibercafé; o aquellas de la República Popular de China consistentes en
bloquear el acceso a ciertos sitios de Internet y perseguir a disidentes del
gobierno por la manifestación de sus ideas a través del correo electrónico.
Bajo el pretexto
de los “riesgos en el Internet” (riesgos que por cierto existen ya en el mundo
físico), un Estado no puede imponer restricciones a la libertad de expresión y
al derecho a la información mediante la negativa o condicionamiento al acceso a
Internet o bien, omitiendo proveer a su población lo necesario para que ésta
utilice el Internet (p. ej., falta de alfabetización digital). En caso de que
dicho Estado negara o condicionara el acceso a Internet u omitiera proveer lo
necesario para éste, estaría violentando tanto a la libertad de expresión como
al derecho a la información, por menoscabar el ejercicio de estos derechos
fundamentales.
La Recomendación
sobre las medidas para promover el valor del servicio público del Internet de
la Unión Europea[4],
explícitamente señala que los Estados deben garantizar el acceso al Internet y
las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) como parte de la
protección y respeto a la libertad de expresión y el derecho a la información,
independientemente de que deben asegurar que no haya restricciones a los
mismos.
Poullet afirma que las TIC
promueven la libertad de expresión e información, al igual que la democracia,
en atención a que el derecho de acceso a la información pública del ciudadano le
permite ser consultado e intervenir directamente en el proceso de decisión.
Dicho acceso a la información pública representa un diálogo interactivo entre
el gobierno y sus ciudadanos. Por tanto el Estado tiene el deber de eliminar
las barreras para acceder a servicios de TIC para resolver el problema de la
falta de acceso de todos sus ciudadanos. De otra manera la sociedad estaría
dividida en los que tienen y los que no tienen acceso a Internet, con las
consecuentes afectaciones a la justicia ética y social, así como a la
democracia.[5]
Si las TIC promueven la
libertad de expresión y el derecho a la información, inciden en el régimen
democrático y el Estado está obligado a eliminar barreras por un tema de
igualdad de sus gobernados, ello implica que el Estado deberá proveer el acceso
a Internet o bien, crear las condiciones para que éste sea realidad para todos
sus gobernados (p. ej., incentivos al despliegue de red, alianzas sector
privado-público para la alfabetización digital, estímulos a creadores de
contenidos pertinentes). Esta obligación del Estado de suministrar acceso a
Internet o generar las condiciones para éste, se convierte en una garantía de
la libertad de expresión y el derecho a la información al hacer posible que
estos derechos fundamentales se ejerzan lo cual repercutirá en el nivel
democrático de un país.
En síntesis, el
acceso a Internet permite que se ejerzan plenamente la libertad de expresión y
el derecho a la información, cumpliendo al mismo tiempo con los derechos de
libertad y haciendo posible la igualdad entre los miembros de la sociedad. De
otra manera, continuarán existiendo personas excluidas de la información del
mundo digital y careciendo de ese medio para expresarse, en tanto aquellas
personas que sí tienen acceso a Internet podrán disfrutar efectivamente de
dichos derechos fundamentales, desarrollando su personalidad y teniendo mayor
autonomía para decidir su proyecto de vida, independientemente de que tendrán
más oportunidades laborales y de interactuar socialmente.
II. Medios masivos de
comunicación vs. Internet
En cuanto a la producción de contenido y la propiedad de los medios,
contrasta fuertemente la diferencia entre los medios masivos de comunicación
tales como la radio y televisión, y el Internet. Dicha distinción está
generando cambios sustanciales en la forma de ejercer el derecho a la
información, en el espacio de expresión de personas y grupos sub-representados
y marginados, en la democracia, así como en las maneras de difundir la
información.
Los medios masivos de
comunicación tradicionales (p. ej., radio y televisión abierta) tienen un
control centralizado ejercido conjunta o separadamente por sus propietarios y
los gobiernos. La radio y la televisión abierta, por ejemplo, precisan que los
gobiernos concedan a las empresas radiodifusoras el derecho de usar frecuencias
del espectro radioeléctrico para difundir su programación, independientemente
de que los contenidos transmitidos también están sujetos a regulación especial.
Esto se acentúa en países en los que se ejerce un estricto control sobre los
medios masivos de comunicación.
Por el contrario, para tener
un sitio web, desplegar contenido en éste o hacer uso del Internet, no se
requiere de autorización gubernamental, salvo en ciertos regímenes autoritarios.
Por tanto, el Internet tiene bajas barreras de entrada y éstas son similares
tanto para los que colocan contenido como para los que acceden a él.
En cuanto a las audiencias,
en la radio y la televisión se considera que son en general pasivas, aun cuando
existen investigaciones que reflejan una participación más activa cuando las
audiencias reinterpretan el significado de los mensajes. Las posibilidades de
los ciudadanos de a pie de ejercer su libertad de expresión a través de la
radio, la televisión o medios impresos es limitada y depende de las decisiones
que tomen los directivos y editores del medio de comunicación. Los editores,
productores y periodistas toman decisiones respecto a qué temas se incluyen en
las transmisiones y de qué manera se presentan, convirtiéndose pues en una
especie de guardianes.[6]
Adicionalmente, el esquema de la radio, la televisión y los medios impresos es
de emitir información uni-direccionalmente desde un punto para ser recibida por
muchos[7],
sin que por lo regular exista interactividad.
El Internet hace posible que
cualquier persona sea un productor de contenido, pudiendo expresarse de maneras
antes inimaginables[8]. El
usuario de Internet se convierte en actor al tener la posibilidad de participar
activamente. En especial, en países donde se ejerce control férreo de los
medios masivos de comunicación, el Internet es una alternativa para la
expresión de las personas[9].
Las fuentes electrónicas de información
complementan otro tipo de fuentes como los periódicos, la radio y la
televisión, sin que se haya demostrado a la fecha que el ciberespacio
sustituirá a dichos medios de comunicación. Es previsible que en la arena
política se cambien los patrones de comportamiento por el acceso al
ciberespacio.[10]
“[Las
listas de distribución en correo electrónico, los sitios web y la movilidad]
resuelven algunas de las limitaciones básicas de los medios masivos de comunicación
comerciales y concentrados, como el ser la principal plataforma de la esfera
pública en las democracias contemporáneas complejas”[11].
Wong señala que el Internet ha sido el canal idóneo para la libertad de expresión y para ejercer el derecho a la información en regímenes gubernamentales como los de Malasia, Indonesia, Singapur y China que han establecido restricciones al acceso a Internet y/o medios de control de contenido como una manera de limitar dichos derechos fundamentales. Asimismo, este autor destaca cómo algunos gobiernos asiáticos por un lado impulsan el Internet como un medio para fortalecer la economía y el comercio, y por otro lado, tratan de restringir el uso pleno del Internet.[12]
El Internet que es un instrumento para la expresión de activistas en el ciberespacio, se enfrenta con amenazas de los gobiernos que buscan limitar su acceso por una diversidad de razones como, por ejemplo, la decisión de si el contenido es o no apropiado, así como de si debe permitirse encriptar comunicaciones que dificultarían al gobierno intervenir comunicaciones[13].
Los cibercafés son ejemplo de nuevos espacios para acceder al ejercicio
de la libertad de expresión y el derecho a la información. Además, cuando en
los cibercafés existe la posibilidad de imprimir, las impresiones sirven para
difundir ideas fuera del mundo cibernético. Wong refiere que en Indonesia
cuando el régimen de Suharto prohibió la publicación de tres revistas líderes,
algunas personas del personal de dichas revistas decidieron difundir información
en un sitio de Internet. De esta manera, a pesar de que la revista se
encontrara prohibida, los periodistas pudieron subir información a Internet y
la población tuvo acceso a ella directamente en línea o, posteriormente, en
formato impreso cuando fue difundida.[14]
Finalmente, es preciso
recordar que existen campañas para enviar correos electrónicos a gobernantes
para protestar en contra de determinadas acciones como por ejemplo la
encabezada por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez de
México para protestar por el injusto encarcelamiento de la mujer indígena
Jacinta Francisco Marcial[15].
En cuanto a sitios web, está el sitio Care2 en el cual se pueden iniciar
campañas de sensibilización y de recolección de firmas en diversas categorías
como educación, derechos humanos, medio ambiente y protección de la vida
animal, salud, política, arte y cultura[16].
Cualquier persona puede iniciar una campaña para la recolección de firmas a
favor de ciertas acciones o en protesta de otras, y el resto de las personas
que deseen firmar la petición de que se trate, lo pueden hacer en línea. Este
sitio web Care2 al 17 de abril de 2010 contaba con más de 1,895,508 campañas y
había recolectado más de 45 millones de firmas para las campañas que ha
emprendido[17].
III. Acceso físico a Internet, alfabetización digital
y contenidos pertinentes
El acceso a las
TIC -y particularmente a Internet- a nivel físico y tecnológico, está
íntimamente vinculado con otros requisitos como la alfabetización digital y la
disponibilidad de contenido relevante para la población. El acceso a Internet sin el
conocimiento para utilizarlo carece de sentido. Dutton refiere a que los
científicos sociales argumentan correctamente que tecnología es tanto el equipo
físico como el conocimiento y habilidades para utilizarla[18].
Acceso físico. Tradicionalmente el acceso a las TIC se refería al acceso físico
principalmente. Éste es indispensable y sin él, la capacitación en las TIC es
irrelevante[19]. Para el
acceso a Internet (físico) técnicamente se requiere del despliegue físico de
redes de telecomunicaciones, de equipo terminal del usuario (p. ej.,
computadora) y del acceso físico desde las instalaciones del usuario final (p.
ej., hogar del usuario o centro comunitario) hasta las redes de telecomunicaciones.
Recuérdese que el Internet es la red de redes formada por una multiplicidad de
redes de telecomunicaciones que -por simplicidad- se pueden clasificar en redes
de acceso entre las instalaciones del usuario final y la red de
telecomunicaciones, y en redes de transporte que son aquellas que enlazan
ciudades, países y regiones para que al usar Internet la información que se
pueda envíar/recibir mundialmente como si se tratara de una red única.
Para el acceso físico a Internet se
requiere que haya disponibilidad del equipo de cómputo del usuario y del
servicio de acceso a Internet. El equipo de cómputo precisa de programas de
cómputo (software) que haga posible su utilización y también de determinado
software que evite su inutilización (p. ej., antivirus). La disponibilidad del
servicio de acceso a Internet está predeterminado por el despliegue de redes de
telecomunicaciones en la localidad de que se trate o a una corta distancia.
Adicionalmente, es menester contar con electricidad ya sea a través de la red
eléctrica de la región o país, o electricidad autogenerada (p. ej., celdas
solares).
El acceso a
Internet de manera generalizada precisa que las computadoras personales sean
accesibles y asequibles[20]. La asequibilidad se
refiere a que el precio sea razonable dadas las circunstancias específicas del
país o región de que se trate. Además, se requiere que los equipos,
los sitios web y el contenido sean accesibles[21].
Si la tecnología tiene un diseño y/o funcionalidades que no son accesibles para
todos, entonces una persona con discapacidad –temporal o permanente- se verá
impedida de acceder a Internet. Por lo cual, el acceso a Internet necesita de
equipos y funcionalidades de Internet accesibles.
Alfabetización digital. Cada vez más se reconoce la importancia del factor humano y de la
necesidad de cambiar la creencia de que lo relevante es conectar redes para
ahora considerar de mayor relevancia el conectar personas a la red[22].
Una de las mayores barreras de acceso a Internet es la falta de conocimientos y
habilidades para el uso de computadoras, por lo cual se requieren acciones para
generar conciencia de los beneficios del Internet, al tiempo que se imparte
alfabetización digital.
La UNESCO ha
señalado que:
Los Estados
Miembros y las organizaciones internacionales deberían promover y facilitar la
“alfabetización electrónica”, lo que incluye actividades encaminadas a divulgar
las tecnologías de la información y la comunicación e infundir seguridad y
confianza en su aplicación y utilización. El desarrollo del “capital humano” de
la sociedad de la información, y en especial una enseñanza abierta, integrada e
intercultural combinada con la adquisición de las aptitudes necesarias para
manejar las tecnologías de la información y la comunicación reviste una importancia
capital. La formación en esa materia no debería circunscribirse a la
adquisición de competencias técnicas sino que debería dar también cabida a una
sensibilización a principios y valores éticos.[23]
La propia UNESCO ha referido que el mundo actual demanda -en beneficio
de los marginados a nivel de información-, desarrollar capacidades en nuevas
tecnologías, tanto adquiriendo éstas como aplicándolas. Asimismo, reconoció que
los prerrequisitos para acceder al ciberespacio son la educación básica y la
alfabetización en general[24].
Dutton señala que
el analfabetismo es una razón de división social que afecta tanto a países con
bajos niveles de alfabetización como a ciudades y regiones industrializadas con
bajos niveles educativos o con idiomas minoritarios. Por lo cual “el
conocimiento [knowhow] o competencia
en TIC, lo que algunos llaman alfabetismo en TI [tecnologías de la información]
o TIC se ha convertido en una capacidad porque apoya el uso de la tecnología lo
cual puede mejorar significativamente el poder comunicativo de la persona”[25].
La Unión Europea
ha advertido sobre el grave riesgo de exclusión de las personas con
analfabetismo digital y aquellas sin acceso adecuado a las TIC. Por lo cual ha
instado a sus Estados miembro a promover la educación a todas las personas para
que puedan tener las habilidades necesarias para utilizar las TIC, lo cual
incluye conocimientos para acceder y aprovechar las TIC.[26]
El Comité de
Ministros de la Unión Europea aprobó una Recomendación sobre las medidas para
promover el valor de servicio público del Internet en la cual enfatizó la
importancia de desarrollar políticas para la protección de los derechos humanos
y el respeto al estado de derecho en la sociedad de la información en cuanto al
derecho a la educación, incluyendo expresamente la alfabetización en medios e
información. Adicionalmente, la Recomendación señaló que los Estados miembro
deben desarrollar estrategias especialmente para:
(…) promover la
integración de las TIC en la educación y promover la alfabetización en medios e
información, y entrenar en sectores formales y no-formales de la educación para
niños y adultos con la finalidad de: a. darles capacidad para usar las
tecnologías de medios de comunicación de manera efectiva para crear, acceder,
almacenar, recuperar y compartir contenido para lograr las necesidades e
intereses suyas y de la comunidad; b. fomentarles el ejercicio de sus derechos
democráticos y responsabilidades cívicas efectivamente; c. alentarlos a tomar
decisiones informadas cuando utilizan el Internet y otras TIC a través de la
utilización y referencia de diversas formas y contenidos de medios de
comunicación de distintas fuentes culturales e institucionales; comprendiendo
cómo y por qué se producen los contenidos mediáticos; analizando críticamente
las técnicas, lenguaje y convenciones utilizadas por los medios y los mensajes
que éstos transmiten; e identificando el contenido y servicios mediáticos no
solicitados, ofensivos o dañinos (…).[27]
Contenido pertinente. El acceso
a Internet sin disponibilidad de contenido para todos o sin que éste sea útil,
sin la posibilidad de aprovechar la funcionalidad del Internet o sin poder
realizar comercio electrónico, es algo vacío[28]. El contenido debe ser pertinente, reflejando la
diversidad cultural y lingüística. No debe pasarse por alto que en el Internet
existe mucho contenido, pero éste puede no ser inteligible para muchas personas
por razón del idioma. Gran parte del contenido en Internet está en inglés, por
lo que una persona que no sabe inglés o no lo domina no se beneficia de manera
alguna por dicho contenido.
Los programas de
despliegue de infraestructura deben ir de la mano de programas para la
generación de contenido pertinente. El contenido puede ser noticioso o de
entretenimiento para la población local, de apoyo en aplicaciones informáticas
a empresas pequeñas, familiares o grupos de interés, así como de foros en línea
para debatir sobre temas locales[29]. La intervención
gubernamental es importante para apoyar que se genere contenido de interés
local lo cual contribuye al desarrollo del Internet y a que dicho contenido sea
relevante a la población del país[30].
IV. Reflexiones finales
La UNESCO ha destacado al exponer sobre las sociedades de la información
y del conocimiento que:
(…) la libertad de
expresión es la condición sine qua non del objetivo de “autonomía”
anteriormente mencionado. El ejercicio de ésta exige una observancia estricta
de los derechos cuyo progreso ha de acompañar la expansión de las nuevas
tecnologías (ausencia de censura o control de la información, libre circulación
de los datos e informaciones, pluralismo de los media [sic] y libertad de
prensa). (…) Si se respetan plenamente, la libertad de expresión y la libertad
de investigación científica y de creación permiten construir auténticas
sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una sociedad mundial de la
información. Hacer hincapié en la libertad de expresión equivale a destacar el
espíritu de apertura y diálogo que debe presidir las relaciones entre individuos
y grupos sociales dentro de las sociedades del conocimiento. Sin libertad de
expresión, no hay intercambios ni debates públicos. La libertad de expresión es
la garantía de la vitalidad de los vínculos que unen a los individuos en una
sociedad determinada. Sin libertad de expresión, los conocimientos pueden
existir, pero no se dará un aprovechamiento compartido de los mismos ni tampoco
existirá una sociedad del conocimiento[31].
Las nuevas
tecnologías están revolucionando a las sociedades contemporáneas y pueden traer
muchos beneficios si las personas tienen igualdad de oportunidades para el
acceso a las mismas. En especial el acceso a Internet ha demostrado ser un
medio para el ejercicio pleno de la libertad de expresión y el derecho a la
información, para lo cual se necesita acceso físico a equipos/infraestructura
de telecomunicaciones, alfabetización digital y contenido relevante para las
comunidades.
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[1] Norberto Bobbio, Igualdad y libertad, Barcelona, Paidós,
1993, pp. 130, 137-138, y 142.
[2] Cfr. William H.
Dutton, Social Transformation
in an Information Society: Rethinking Access to You and the World, París, UNESCO, 2004, p. 105.
[3] Corte
Interamericana de Derechos Humanos, caso
Ricardo Canese vs. Paraguay, sentencia 31 de agosto de 2004, serie C, núm.
111, párrafo 78, en Sergio García Ramírez y Alejandra Gonza, La libertad de expresión en la
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, México,
Corte Interamericana de Derechos Humanos y Comisión de Derechos Humanos del
Distrito Federal, 2007.
[4] Unión Europea, Recommendation
CM/Rec(2007)16 of the Committee
of Ministers to member states on
measures to promote the public service value of the Internet, aprobada por el Comité de Ministros el 7 de
noviembre de 2007 en la reunion 1010a de los Ministers´ Deputies, wcd.coe.int/ViewDoc.jsp?id=1207291&Site=CM&BackColorInternet=9999CC&BackColorIntranet=FFBB55&BackColorLogged=FFAC75 (fecha de
consulta: 21 de noviembre de 2007).
[5] Yves Poullet, “Some
Considerations on Cyberspace Law” en UNESCO, The International Dimensions of Cyberspace Law, Burlington, UNESCO
Publishing, Burlington, 2000, pp. 147-188, pp. 177-179.
[6] Cfr. William H. Dutton, op. cit., nota 2, pp. 44-45.
[7] Cfr. Lawrence Lessig, Code 2.0, Nueva York, Basic Books, 2006,
p. 2.
[8] Cfr. Idem.
[9] Peter K. Yu, Equality in the Information Age: Forward, Cardozo Arts &
Entertainment Law Journal, volumen 20, p. 1-53, 2002, p. 25.
[11] “These platforms solve
some of the basic limitations of the commercial, concentrated mass media as the
core platform of the public sphere in contemporary complex democracies”, Yochai
Benkler, The Wealth of Networks, New
Haven, Yale University Press, 2006, p. 11 [Traducción de la autora].
[12] Cfr. Loong
Wong, “The
Internet and Social Change in Asia”, Peace
Review 13:3, 2001, pp. 381-387.
[15] Cfr. Centro de
Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, centroprodh.org.mx/2008/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=38&Itemid=97
(fecha de consulta: 12 de agosto de 2009).
[18] William H. Dutton, op. cit., nota 2, p. 39.
[19] Cfr. Ibidem, p. 22.
[20] B. Wellenius y D.N.
Townsend, “Telecommunications and Economic Development” en Sumit K. Majumdar et. al. (eds.), Handbook of Telecommunications Economics, volume 2, Amsterdam,
Elsevier, 2005, p. 603.
[21] Cfr. Internet Society
(Christine Maxwell, ed.), Global Trends that will Impact
Universal Access to Information Resources, 2000,
www.isoc.org/isoc/unesco-paper.shtml (fecha de consulta: 29 de julio de 2008), Sección 2.
[22] Cfr. Unión Internacional
de Telecomunicaciones, Trends in
Telecommunication Reform 2003 Promoting universal access to ICTs, Ginebra,
International Telecommunication Union, 2003, pp. 44-45.
[23] UNESCO, Recomendación sobre la promoción y el uso del plurilingüismo y el
acceso universal al ciberespacio, aprobada en la 32ª Conferencia General de la
UNESCO, en París, 2003, punto 19.
[24] Cfr. Ibidem, preámbulo.
[25] William H. Dutton, op. cit., nota 2, p. 105.
[26] Cfr. Unión Europea, Declaration of the
Committee of Ministers on human rights and the rule of law in the Information
Society, CM(2005)56 final, 13 de mayo de 2005.
[27] “(…) - promoting the
integration of ICTs into education and promoting media and information literacy
and training in formal and non-formal education sectors for children and adults
in order to: a. empower them to use media technologies effectively to create,
access, store, retrieve and share content to meet their individual and
community needs and interests; b. encourage them to exercise their democratic
rights and civic responsibilities effectively; c. encourage them to make
informed choices when using the Internet and other ICTs by using and referring
to diverse media forms and content from different cultural and institutional
sources; understanding how and why media content is produced; critically
analysing the techniques, language and conventions used by the media and the
messages they convey; and identifying media content and services that may be
unsolicited, offensive or harmful”, Unión Europea, Recommendation CM/Rec(2007)16
of the Committee of Ministers to member
states on measures to promote
the public service value of the Internet, aprobada por el Comité de Ministros el 7 de noviembre de 2007 en la
reunion 1010a de los Ministers´ Deputies,
wcd.coe.int/ViewDoc.jsp?id=1207291&Site=CM&BackColorInternet=9999CC&BackColorIntranet=FFBB55&BackColorLogged=FFAC75
(fecha de consulta: 21 de noviembre de 2007) [Traducción de la autora].
[28] Internet Society (Christine Maxwell,
ed.), op. cit., nota 20, Sección 2.1.
[29] Cfr. Unión Internacional de
Telecomunicaciones, Trends in
Telecommunication Reform 2007 The road to next-generation networks (NGN), Ginebra,
International Telecommunication Union, 2007, p. 158.
[30] Cfr. Unión Internacional de
Telecomunicaciones, Challenges to the
Network Internet for Development, Ginebra, UIT, 1999, p. 39.
[31] UNESCO, Hacia las sociedades del conocimiento,
París, ediciones Unesco, 2005, pp. 30-31.
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