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viernes, 6 de julio de 2012
El diablo está en los detalles: Cofeco [Televisa-Iusacell - 1era parte]
La Comisión Federal de Competencia autorizó la adquisición por parte de Televisa de las acciones de la sociedad que controla a Iusacell y TotalPlay, sujeta a diversas condiciones que pretenden despejar los riesgos que la propia Cofeco detectó en enero pasado. Las condiciones de disolución de la patria potestad sobre Iusacell de Televisa y Grupo Salinas si se portan mal, o la obligación de vender uno de sus canales de TV abierta, suenan muy interesantes y pareciera que la resolución de Cofeco fue la correcta. Pero el diablo está en los detalles.
Al analizar la resolución de Cofeco y si hubiera sido comisionada, ¿habría votado con la mayoría o con el disidente Comisionado Miguel Flores Bernés quien consideró que las condiciones propuestas no resultan suficientes para evitar los riesgos en los mercados de contenidos y canales en TV restringida y publicidad en TV abierta, así como para evitar la colusión de las empresas? Veamos las razones de por qué habría habido un voto adicional en contra de la autorización de Cofeco.
Acepto, luego impugno. En telecomunicaciones la historia ha sido así. Aceptan ante la Cofetel o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes las condiciones, reciben la concesión o autorización. Acto seguido presentan la demanda en tribunales y ganan. Basta con preguntarle a Unefon cómo adquirió sus concesiones y luego ha ido ganando en tribunales respecto a la imposición inconstitucional del pago de intereses cuando Javier Lozano Alarcón era Presidente de Cofetel. No sería extraño que actuaran en esta ocasión así. Hay precedentes en el cual se han impugnado con éxito las condiciones en concesiones que se renuevan, bajo el argumento de que el concesionario no tuvo opción y por tanto aceptó la renovación sin que existiera un consentimiento válido. ¿Le convendrá a Televisa seguir los pasos del litigio con la posibilidad de ganar esta vez y tener a Cofeco como un enemigo permanente? No creo, porque la posibilidad de hacer efectivas las condiciones de Cofeco es posible, pero con probabilidades reducidas en un país con un Estado de Derecho en construcción.
Licitación de la 3era cadena de TV abierta. La existencia de una tercera cadena (recuérdese que jurídicamente no existe ninguna cadena nacional) en nada elimina la posibilidad de colusión. Afirmar lo contrario sería tanto como pensar que la instalación y despliegue de infraestructura, la generación de audiencias, la venta de publicidad y la disponibilidad de televisores digitales en todos los hogares mexicanos, es algo que se alcanza de un plumazo o en el corto plazo. Además, la resolución obliga a que Televisa y Grupo Salinas no obstaculicen la licitación de una tercera cadena, por lo que si Cofetel decide licitar por localidades o regiones y no con cobertura nacional, entonces Televisa y Grupo Salinas pueden impugnar la licitación -como es tradicional de Grupo Salinas- y al mismo tiempo estar cumpliendo con la resolución de Cofeco conforme a Derecho. Jamás se menciona en la resolución de Cofeco que Televisa y Grupo Salinas no pueden participar en las licitaciones para TV abierta, a pesar de que ella misma confirma que cuentan con el 95% de las concesiones y que Televisa “cuenta con poder sustancial en el mercado de transmisión de señales de TV abierta”. Finalmente, hay interpretación judicial amplia en cuanto a que un gobernado no puede renunciar a un derecho sobre un acto futuro y por tanto desconocido en sus detalles al momento de hacer la renuncia. Ello habilitaría a que si existen términos que estos grupos televisivos considerasen contrarios a sus intereses, impugnen y la licitación se entrampe, en tanto el matrimonio Televisa-TV Azteca goza de su luna de miel con su Iusacell y sus respectivos negocios de TV abierta.
Para certeza jurídica, ¿por qué Cofeco no exigió que Televisa y Grupo Salinas se obligaran como si fuera un convenio de transacción de cosa juzgada ante los tribunales federales? En la próxima colaboración veremos los pormenores de la pretendida condición de venta de acciones y la venta de canal de TV abierta ante incumplimientos, los intentos por separar las gestiones y administración de las empresas, el empaquetamiento de canales y otros aspectos relevantes.
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