jueves, 19 de julio de 2012

¿A dónde irá Felipe Calderón? [ACTA y NOM 184]

¿A dónde irá el Presidente Felipe Calderón y su familia al concluir su mandato presidencial? Sería un suicidio quedarse aquí en México a pesar de que el Presidente Calderón incrementó por decreto y para beneficio propio que los elementos de seguridad y apoyo del Estado Mayor Presidencial de los presidentes pasaran de 103 a 425, de manera vitalicia, sufragados con los impuestos que usted y yo pagamos. Para que se dé una idea, Barak Obama al finalizar su mandato tendrá derecho sólo a 2 secretarias y -cuando lo justifique realmente- a elementos del servicio secreto y máximo por 10 años (ver E. Villanueva, Proceso 1835). ¿Será que el Presidente Calderón irá a Japón para ver si se le contagia algo de la cultura de la paz después de habernos metido en su guerra? ¿O quizá buscará asilo en EUA como lo han tenido que hacer familiares de las víctimas del Campo Algodonero después de que el Estado Mexicano incumpliera en proveerles acceso a la justicia y a la protección debida de acuerdo con la Corte Interamericana de los Derechos Humanos? Las anteriores reflexiones se deben a que por instrucciones del Presidente Calderón, México suscribió el polémico tratado que iniciaron Japón y EUA denominado “Acuerdo Comercial Anti-Falsificación” mejor conocido como ACTA (por sus siglas en inglés). Ni siquiera cuidaron las formas, porque en 2011 se creó un Grupo Plural de Trabajo para el seguimiento a las negociaciones del ACTA, en el cual participó intensamente la sociedad civil, la Internet Society (ISOC), la AMIPCI y donde se concluyó que México no debiera firmar el ACTA. La Unión Europea se negó a suscribir el ACTA por los riesgos inherentes al texto mismo, ¿por qué el Ejecutivo Federal cedió a las presiones de los conglomerados y potencias extranjeras en perjuicio de la ciudadanía? Todos estamos contra la piratería, pero como está redactado el ACTA compromete innecesariamente derechos fundamentales de los ciudadanos y deja mucho espacio a la interpretación. Sabemos que no todo está perdido, porque el Senado tiene facultades para rechazar el ACTA y en especial por haber sido el Senado quien se pronunció contra la firma del ACTA a través de los senadores Carlos Sotelo, Francisco Javier Castellón y otros más. Pero todo este peregrinar y la firma del ACTA a fines de sexenio y después de que el gobierno del Presidente Calderón hiciera lo que parecía imposible, es decir, el regreso del PRI a los Pinos, no puede más que generarnos la pregunta, ¿por qué lo hizo el Presidente Calderón? Como todo en la vida, no hay nada que sea blanco o negro, sino que son matices y tonalidades. Un acierto del Ejecutivo Federal fue lograr que la NOM de prácticas comerciales y contratos de adhesión de servicios de telecomunicaciones fuera aprobada por unanimidad por el Comité Consultivo Nacional respectivo después de una intensa participación ciudadana. El ahínco con que el Procurador Federal de Protección al Consumidor impulsaba el texto original de la NOM hacía pensar que su postura era “apruébese lo que sea, pero apruébese”. En cambio, la Secretaría de Economía logró fungir como mediador para atender preocupaciones de las empresas y al mismo tiempo incorporar aspectos indispensables de la protección al consumidor tales como que se informe al consumidor expresamente cuál es la velocidad de subida y bajada del Internet, que los equipos móviles puedan ser desbloqueados sin costo adicional una vez que se paguen en su totalidad, que las empresas de telecomunicaciones no puedan modificar unilateralmente los contratos salvo si reducen precios al consumidor o aumentan los servicios por el mismo precio, y que las empresas de telecomunicaciones deben reembolsar por servicios no prestados más una bonificación de 20% por la afectación al consumidor, entre otras disposiciones. La NOM 184 no es un puerto de llegada, sino un punto de partida que sin duda requiere perfeccionarse en el futuro inmediato. La Secretaría de Economía, la Profeco, la Cofetel y por supuesto también la ciudadanía que participó se merecen un reconocimiento por la NOM 184.

No hay comentarios: