Conexión a las telecomunicaciones a cualquier hora, en cualquier lugar, con cualquier equipo y para cualquiera, es la promesa de las Redes de Siguiente Generación (RSG). En México, ¿estamos preparados o preparándonos para las RSG?
Las RSG son fruto de la evolución y convergencia tecnológica. Las redes de telecomunicaciones tradicionales prestaban un solo servicio (p. ej., telefonía). Las RSG posibilitan convertirse en una red global multiservicios, gracias, en gran medida a la utilización de la tecnología de Protocolo de Internet y la conmutación por paquetes que hacen un uso más eficiente de la infraestructura de telecomunicaciones. Lo anterior debido a que al establecerse una comunicación, la información transmitida se fragmenta en unidades más pequeñas (paquetes) que pueden tomar diferentes rutas para que, cuando lleguen a su destino final, se junten nuevamente y de esta manera el usuario final reciba la comunicación tal como fue enviada. Un ejemplo es la voz por Internet (VoIP) que es un servicio basado en RSG, aun cuando las RSG tienen capacidad para soportar otros servicios y aplicaciones.
La arquitectura de las redes tradicionales integra a las redes de transporte con los servicios, mientras que la RSG las separa en distintas capas (acceso, transporte, servicios y control) lo que abre la posibilidad para nuevos prestadores de servicios en cada capa. Adicionalmente, en las redes tradicionales la inteligencia estaba en las redes y los equipos terminales eran pasivos; en las RSG los equipos terminales comparten la inteligencia de la red y pueden tomar decisiones de, por ejemplo, qué frecuencia está libre para utilizarla como los software defined radios.
Las redes tradicionales aún tienen ciertas ventajas sobre las RSG. En materia de seguridad, se requiere en ciertas ocasiones y cumpliendo con las formalidades respectivas (p. ej., orden judicial), que se intervengan o intercepten legalmente comunicaciones. Los servicios que utilizan RSG permiten que el usuario encripte información que impide o dificulta el que se intercepte, a diferencia de las redes tradicionales que permiten la intervención de comunicaciones. Asimismo, algunas comunicaciones por medio de RSG no cruzan las instalaciones de la red del proveedor de servicios, imposibilitando que éste intercepte información. Por lo que hace a las emergencias, en las redes tradicionales es posible la localización geográfica del usuario, en las RSG que pretenden ser ubicuas aún no hacen posible eso mismo.
Las RSG imponen retos técnicos, económicos y jurídicos significativos. Técnicamente se requiere de la estandarización de equipos, de la adopción de arquitectura abierta de los equipos y sistemas de las RSG, debiendo la Comisión Federal de Telecomunicaciones poder hacer efectiva la interconexión. A nivel económico, se estima que las RSG reducirán las barreras de entrada al mercado. Sin embargo, ello no implica que se elimine el poder de los operadores históricos, ni tampoco que las fuentes de poder anticompetitivo se eliminen. Por el contrario, las RSG probablemente generarán nuevos agentes con poder sustancial en el mercado. La política de competencia deberá considerar los cambios en el poder de los agentes del mercado y cuáles serán las nuevas áreas que requerirán atención de la Comisión Federal de Competencia.
El aspecto jurídico deberá eliminar la complejidad de la regulación por servicio específico para dar lugar a una regulación única independientemente del servicio final. Asimismo, las RSG requerirán de nuevas disposiciones de protección al consumidor y de privacidad de datos personales. Finalmente, el marco jurídico tendrá que reflejar la eliminación de fronteras producto de las RSG, toda vez que el proveedor de los servicios puede estar ubicado en un país distinto de aquél en el que se está prestando el servicio al usuario final. En las iniciativas de Ley de Medios del Congreso de la Unión, ¿se estará legislando para el pasado o de frente al futuro?
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