Los
medios se han dedicado a cuestionar al Instituto Federal de Telecomunicaciones
(IFT) porque en su primer mes de vida no ha resuelto los problemas históricos
de las telecomunicaciones, ni siquiera le dieron los 100 días como sí se hace con
cualquier Presidente o Gobernador. El IFT no debe estar de bombero respondiendo
a lo que los medios o las televisoras ponen en la agenda, el IFT debe tener su
propia agenda y hacerla pública. Ahora, en vez de criticar al recién nacido
regulador, hay muchos otros temas relevantes del sector que merecen análisis
como el amparo promovido por Televisora del Valle de México (TVM) en contra de
la Secretaría de Gobernación y que se ha estado discutiendo por el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (Amp. Rev. 447/2012). Este caso ante la
Corte no es menor porque refiere a los llamados tiempos de Estado que obligan a
las estaciones de televisión y radio abierta a transmitir diaria y
gratuitamente 30 minutos para “difundir temas educativos, culturales y de
orientación social”.