Clara Luz Álvarez*
La
reforma constitucional de telecomunicaciones parecía el ícono de la unión de
diferentes ideologías para un fin común: combatir los grupos de poder en los
medios electrónicos. Fundamentalistas de uno y otro extremo aplaudían la
reforma que incluía como fecha final de la transición a la TV digital el 31 de
diciembre de 2015 (apagón analógico). La reflexión sobre las consecuencias de
ello estuvo ausente, porque esa fecha inicialmente fue propuesta por el presidente
Calderón en 2010 considerando 5 años para lograr la transición, pero por
litigios fue suspendida y reanudada en 2012. En la reforma de 2013 ese plazo se
redujo a 2 años; sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
lanzó su programa hasta mayo de 2014.
Verdades
a medias, despilfarro de recursos, negligencia ambiental, equidad en elecciones
en riesgo, opacidad e inconsistencia, entre otros, son distintivos de la
transición a la televisión digital en México. Veamos por qué.
1.
¿Verdad o mentira? “Un beneficio adicional que favorece la
política de inclusión digital es que las televisiones digitales pueden usarse
como dispositivos de acceso a internet, tendrán la conectividad para que el
usuario pueda conectarse a internet”, Secretario de Comunicaciones y
Transportes, Ruiz Esparza (20.05.2014). De lo declarado, ¿el televisor debía
poder conectarse a internet o se debía entender que se tiene que comprar un
dispositivo adicional para ello? Lo normal es asumir que las TVs que estamos
regalando los mexicanos (no el Presidente Peña Nieto como se anuncia) son
inteligentes (smart TVs) que cuentan
con funcionalidades para acceder a internet. Pues no, resulta que lo que quiso
decir el Secretario es que las teles pueden llegar a servir para internet si
compran un dispositivo especial y contratan un servicio de internet. ¿Nos
engañaron?
2. Despilfarro de recursos. La extinta
Comisión Federal de Telecomunicaciones estimó que para llevar al 98% de los mexicanos acceso a
servicios de banda ancha e internet se requerirían 8,375 mdp en tanto que para
subsidiar decodificadores se estimaba costaría al menos 13,188 mdp. La SCT
decidió que en lugar de regalar decodificadores mejor serían televisores cuyo
costo será de al menos 31,000 mdp. Para justificar el incremento se dijo que
las TVs tendrían capacidad de acceder a internet, pero el Coordinador Nacional
del Programa TDT, Javier Lizárraga confirmó que como el mercado de TVs
inteligentes no ha madurado, no hay definición del estándar para que las TVs
accedan a internet (La Crónica). Entonces, ¿sabían en la SCT desde un inicio lo
futurista que sería regalar estas TVs que no acceden a internet y que
probablemente nunca lo harán?
3. Regalar TVs digitales implica que los
televisores analógicos se conviertan en su mayoría en basura electrónica. La
inexistencia de un análisis previo tipo manifestación de impacto ambiental para
esa decisión es probable, pero al menos debería existir un plan de manejo de
residuos electrónicos específico por la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales, pero no existe al día de hoy.
4. ¿Quién
ha gozado de los 31,000 millones de pesos en especie para regalos con su logo?
Las TVs que se están regalando tienen el logo de campaña y del presidente Peña
Nieto “Mover a México”, con unos círculos con los colores del PRI, perdón de la
bandera de México. La justificación fue que era para que no los fueran a vender,
pero ¿por qué no incluyó el escudo nacional como lo refiere la Ley General de
Desarrollo Social? La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales
señala como infracción la utilización de programas sociales para inducir el
voto, ¿revisará el reparto de televisores el Instituto Nacional Electoral?
Evaluemos
escenarios: (1) todo sigue igual: se despilfarran recursos y se afecta la
equidad de la contienda electoral (escenario más probable); (2) se regalan
decodificadores en lugar de TVs (escenario posible pero para los intereses
reales del gobierno no es lo mismo regalar una TV que un decodificador); (3) se
posterga el reparto de TVs hasta después de elecciones: se retrasa la fecha del
apagón, el impacto en los que ganen las nuevas cadenas de TV no debe ser
significativo porque tienen que instalar infraestructura antes de ir al aire y
además el interés general debe estar sobre el particular, la instalación de la
red de la banda de 700MHz no se ve afectada, se incumple el plazo
constitucional pero eso es común en México como ejemplo está la ley de derecho
de réplica que ya está retrasada por más de 1 año (escenario posible); y (4)
mismo escenario que el anterior, pero se modifica la Constitución (escenario
deseable pero improbable). Rectificar es de sabios, ¿lo harán?
telecomysociedad.blogspot.mx
Este artículo fue publicado en Reforma el 21 de Enero de 2015